Coco deshidratado, higos secos, mango deshidratado, manzana deshidratada, naranja o piña deshidratadas. ¡Nos encanta la fruta seca! Está deliciosa, es cómoda de llevar y tomar en cualquier lado y sí, también es saludable.
La fruta deshidratada conserva todas las vitaminas y antioxidantes de la fruta fresca, llegando a mantener hasta el 80% de los nutrientes de su versión al natural. Es una opción totalmente sana para incluir en una dieta equilibrada. Pero, como todo, debe consumirse en su justa medida.
¿Qué es la fruta deshidratada? Propiedades
La fruta deshidratada, también llamada fruta seca, es fruta natural a la que se le ha realizado un proceso de secado o deshidratación con el fin de reducir su contenido de agua para aumentar su periodo de conservación y mantener a su vez todas las propiedades de la fruta fresca.
La fruta deshidratada tiene una alta condensación de nutrientes, pero también tiene mayor concentración de azúcares naturales, por lo que el valor calórico de la fruta seca es mayor. Esto también hace que el sabor sea mucho más intenso.
Principales beneficios de la fruta deshidratada
La fruta seca posee numerosas propiedades beneficiosas para la salud. ¡Estas son las principales!:
Gran aporte energético. Gracias a su mayor concentración de azúcares, la fruta deshidratada aporta una gran cantidad de energía en una pequeña ración. Esto convierte a la fruta seca en el snack perfecto para deportistas y niños.
Fuente de vitaminas y minerales. Calcio, potasio, hierro, magnesio, fibra… Ya os hemos adelantado que la fruta deshidratada es una increíble fuente de vitaminas para nuestro organismo, favoreciendo nuestro sistema digestivo, cardiovascular e inmunológico.
Efecto saciante. La fruta deshidratada es muy saciante gracias a su alto contenido en fibra. Por ello, es perfecta para aquellas personas que quieren controlar su peso.
Fortalece los huesos. Gracias a su contenido en calcio y vitamina K, la fruta seca refuerza los huesos y previene el desarrollo de enfermedades óseas.
Efecto laxante. Si se consume habitualmente, la fruta deshidratada es un buen laxante debido a su alto valor en fibra.
Gran fuente de antioxidantes. Especialmente polifenoles, que están asociados con beneficios para la salud como un mejor flujo sanguíneo o propiedades antiinflamatorias.
¿Cómo consumir fruta deshidratada?
Una de las principales virtudes de la fruta deshidratada, junto con su facilidad de conservación, es su gran variedad, tanto de tipos como de momentos de consumo y recetas.
Kiwi, uvas, pomelo, plátano, pera, orejones, ciruelas… Prácticamente cualquier fruta puede someterse a un proceso de secado y convertirse en fruta deshidratada. Echa un vistazo a la gama de fruta seca de Rajope.
Para incluir en recetas dulces y saladas, también como snack para comer entre horas o utilizada como toppings en ensaladas y desayunos.